El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció el pasado 24 de agosto de 2016 que el país ha firmado un acuerdo histórico con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) luego de más de cuatro años de negociaciones. Este acuerdo, que tiene como objetivo poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, representando un gran avance en la consolidación de la paz y la estabilidad en la región.
Las FARC surgieron en la década de 1960 con el objetivo de instaurar un sistema socialista en Colombia y, desde entonces, han llevado a cabo una lucha armada para lograr sus objetivos. Durante los últimos cincuenta años, este conflicto ha dejado cientos de miles de muertos y desplazados, y ha generado profundas divisiones en la sociedad colombiana.
Desde el inicio de su mandato en 2010, el presidente Santos ha estado comprometido en encontrar una solución pacífica a este conflicto y, en noviembre de 2012, inició negociaciones con las FARC en La Habana, Cuba. Tras cuatro años de intensas negociaciones, los líderes de ambas partes anunciaron que habían llegado a un acuerdo de paz.
El acuerdo consta de seis puntos principales, que abordan temas como la justicia, la reforma agraria, la participación política, el narcotráfico y el acceso a la verdad y la reparación para las víctimas del conflicto. Algunos de los puntos más importantes incluyen:
El acuerdo ha recibido una gran cantidad de apoyo nacional e internacional, aunque también ha hecho surgir críticas y preocupaciones. Por un lado, se celebra el logro de un acuerdo después de tantos años de conflicto, y se espera que la paz traiga progreso y estabilidad a Colombia y la región. Por otro lado, algunos temen que el acuerdo otorgue demasiado poder a las FARC y disminuya la influencia del estado colombiano. También hay preocupaciones sobre la implementación del acuerdo y su capacidad para poner fin a la violencia en el país.
La paz en Colombia ha sido un objetivo esquivo durante décadas, pero el acuerdo recientemente firmado con las FARC es una señal esperanzadora de que este objetivo se está acercando a su realización. Todavía quedan desafíos en el camino, pero el acuerdo representa un importante paso adelante para la construcción de una Colombia más próspera, justa y pacífica para todos sus ciudadanos.